● Aquí de nuevo siguiendo con el segundo capitulo de "Relato Filosófico" espero que les guste es una historia personal mía, y bueno espero que lo disfruten mucho y que lo sientan y comprendan. GRACIAS POR TODO ♥ ●
Recuerdo
perfectamente ese día que lo conocí, fue el primer día de clases, yo estaba
sentada en uno de los tantos pupitres, era la primera en llegar como siempre,
tenía una corazonada de que iba a conocer a alguien, pero nunca presentí que
llegaría a enamorarme.
Ese
día era bonito, buen clima, digamos que era perfecto, recuerdo que estaba
mirando todo los arreglos que se realizó en aquella clase, mientras se llenaban
de alumnos con las emociones a flor de piel y las hormonas bastante elevadas,
típico de pre-púberes. Llegó un instante en que sentí que todo absolutamente
todo se paralizaba, él estaba llegando con una timidez enorme, pero a la vez
con ganas de conocer a todo el mundo. Yo estaba cerca de la entrada de la clase
con varios compañeros míos, y lo vi y él me vio a mí y sonrió, y fue lo más
hermoso que vi en toda mi vida.
En
ese momento pasó a lado mío y fue hacia los últimos lugares de la clase; y yo…
aún estaba sorprendida, ya que tenía la certeza de que lo había visto pero no
recordaba cuando ni donde, luego se acercó y saludó a una compañera mía y ahí
recordé donde lo había visto y realmente sentí a la felicidad florecer dentro
de mí, al rato nos conocimos mejor, hablamos y pasaron los meses y nos hicimos
los mejores amigos, aunque poco o nada nos hablábamos, nos conocíamos
perfectamente.
Pasó
el año y nuestra amistad era un tanto dudosa, y lo que sentía era algo más que
un querer, cada vez que había un acercamiento entre ambos sentía algo realmente
hermoso; los abrazos que nos dábamos cada vez que nos veíamos, los saludos con
aquellos besos accidentales que sorprendían a ambos pero que luego se volvieron
rutina, ya todo era confuso para mí, porque lo veía como si no pasara nada,
como si esos besos accidentales no eran accidentales como si el realmente lo
quisiera, o como si no haya pasado absolutamente nada.
Y
me enamoré, me enamoré, me enamoré y me enamoré, sin previo aviso el amor se
adueñó de mí, grabando su nombre en mi corazón para nunca más borrarlo,
sintiendo cada abrazo y cada beso accidental como algo único, como algo
especial, como lo único que podría tener de él.
Ese
amor que sentía por él era algo muy grande, que cada día que pasaba se hacía
más y más grande, el problema era que tenía miedo que ese amor que sentía sea
rechazado, pero yo sentía que era mutuo ese amor, pero sé que tenía miedo el
también, porque nosotros éramos mejores amigos…
Luego
pasaron otros años más y aún la llama de ese amor que sentía estaba ahí
ardiendo como nunca, pero poco a poco perdía las esperanzas, y poco a poco esa
llama iba apagándose. El salía con muchas chicas y me lo contaba, y dolía pero
al mismo tiempo era feliz porque el encontró a un amor, aunque a él no lo veía
feliz o lleno como si lo veía que le faltaba algo, hasta que pasó el tiempo y
en muy poco tiempo terminó la relación que tenía con aquella chica, y volvió a
estar feliz.
Yo
literalmente, me estaba desesperando, tenía tantas ganas de gritarle al mundo
que lo amaba pero tenía miedo y era algo imposible, mi gran miedo era perderlo,
perderlo para siempre, y no me perdonaría si lo perdiera, él era mi sostén
cuando estaba mal sus abrazos me curaban y me protegían, sus besos me daban más
vida aunque que eran besos accidentales rutinarios, lo amaba demasiado…
Pasó
un año más y él tenía que viajar lejos de donde vivía, esa despedida mató mi
alma, mis esperanzas, pero al menos aquella despedida fue hermosa, y nunca lo
olvidaría, un beso nunca se olvida, menos si ese beso viene con mucho amor,
aunque fue por varios segundos, ese beso se quedó en mi memoria, porque ese
beso es lo único que tengo de él. En aquella despedida, tenía tantas ganas de
decirle lo que sentía por él pero simplemente no podía, tenía miedo, miedo de
perder lo único que tenía de él, así que con una sola mirada le dije todo lo
que sentía en aquel silencio, en aquella noche oscura llena de esperanzas, con
dos corazones latiendo como uno pero prohibidos de amor.
A
varias millas de donde estoy se fue el amor, un amor invisible para los ojos de
los demás, un amor... un amor imposible, un amor que no fue destinado a ser, un
amor que vuela por los aires pero que aún se siente y que es motivo de pequeños
recuerdos alegres y sonrisas del alma, un amor correspondido pero oculto, un
amor indispensable pero inalcanzable…
Preguntas:
Por qué temer a lo que pueda pasar? Por qué no darle oportunidad al amor? Por
qué el miedo debe estar? Por qué no confiar en la verdad, la que dice el
corazón? Por qué no elegir el sentir el verdadero amor? Por qué torturarnos con
esos miedos y ocultar ese amor? Es el miedo más grande que el amor que se
siente? El miedo es primero que la propia felicidad? O simplemente el destino
no quiso que este amor pueda ser.
Amor
- Kazu Rainz
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